Botox

Botox

¿Sabías que ayuda en el tratamiento contra el cáncer de mama?

La aplicación de Botox o Toxina Botulínica es un tratamiento prácticamente indoloro y no quirúrgico, muy conocido por la aplicación en Medicina Estética para minimizar la presencia de arrugas faciales.

Este sencillo tratamiento consiste en aplicar la dosis adecuada del medicamento  según la zona. Esta dosis reduce o inhibe (según el objetivo de cada paciente) el impulso nervioso del músculo tensando la piel. Aquí puedes ver nuestro tratamiento contra las arrugas.

Esta capacidad única que tiene el Botox de aislar y relajar los músculos tremendamente útil en gran variedad de problemas médicos. Tanto es así que muchos desconocemos algunos de los sorprendentes beneficios para la salud. Aquí os contamos algunos de ellos:

  • Cáncer de mama: Una nueva técnica desarrollada por el servicio de rehabilitación del Hospital clínico San Carlos (Madrid, España). Esta técnica emplea Botox en pacientes que sufren complicaciones derivadas de los tratamientos del cáncer de mama: dolor residual o la disfunción del hombro y el brazo. Con esta novedosa técnica se disminuye el dolor, reduce el espasmo mejora la movilidad articular del hombro.

Fuente: Hospital clínico San Carlos (Madrid, España).

  • Parálisis facial en niños:   JAMA Facial Plastic Surgery ha publicado un estudio en el que han tratado con botox la parálisis facial leve de niños entre 4 y 17 años, que presentaban una asimetría del labio inferior. Además de no provocar ninguna complicación en la salud de los menores durante los dos años de seguimiento, se consiguió una corrección del 61%.
  • Parálisis espástica en niños y adultos.
  • Hiperhidrosis: El exceso de sudor en zonas como las manos o las axilas, la aplicación de botox en dosis adecuadas bloquea temporalmente los nervios que estimulan la sudoración.
  • Bruxismo: la aplicación de botox en los músculos mandibulares es una excelente herramienta para combatir el bruxismo.
  • Incontinencia en mujeres: según el estudio publicado en The New England Journal of Medicine,  revela que inyectar botox (Toxina Botulínica) en la vejiga  no solo es efectivo, sino que multiplica las probabilidades de resolver los síntomas por completo. Además se evitan los efectos secundarios que los medicamentos anticolinérgicos producen, como el estreñimiento, la sequedad de boca y ojo seco.
  • Hipersalivación o sialorrea: al inyectar botox en las glándulas salivales se consigue drenar la hipersalivación en pacientes con enfermedades neurológicas como la parálisis cerebral infantil o ancianos con enfermedades neurodegenerativas, reduciendo así el riesgo de neumonía o asfixia por broncoaspiración.
  • Migraña: la aplicación de toxina (botox) en determinadas zonas del cuero cabelludo consiguen relajar los músculos disminuyendo con gran eficacia el dolor de cabeza de origen tensional o vascular.
  • Neuralgia del trigémino: Con la aplicación de botox se logra eliminar los espasmos faciales que ocasionan el dolor, mismo que no cede con analgésicos.

El botox o toxina botulínica se utiliza en algunos tratamientos más como en el caso del Parkinson, dolores de espalda inferior, próstata, diabetes (dolor crónico de piernas y pies) y algunos más que revisaremos en otro artículo posterior. ¡Hasta 90 aplicaciones médicas!

El uso de botox en la medicina estética se aplica con dosis infinitesimales, pero no hay que olvidar que el Protocolo de Ginebra y la Convención sobre Armas Químicas consideran la Toxina Botulínica tipo A (Botox) como arma química. Por ello recomendamos acudir siempre a clínicas que cuenten con todos los permisos vigentes y  con médicos especialistas capacitados específicamente en la aplicación del medicamento Toxina Botulínica (botox).

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