Botox: algunas curiosidades
¿Sabías que …?
La primera vez que se utilizó la toxina botulínica (botox) fue en el año 1977 y se utilizó para corregir una patología oftalmológica: el estrabismo.
El Botox no causa adicción. Cuando desaparece el efecto y aparecen de nuevo las arrugas, el paciente quiere eliminarlas de nuevo, para verse bien y sentirse mejor.
El Botox ralentiza el desarrollo del cáncer. Se están realizan estudios con ratones que muestran un aumento del 35% de supervivencia a esta enfermedad, con tratamientos combinados de quimioterapia y botox.
Existen más de 90 aplicaciones médicas, como os contamos en nuestro artículo: Botox, más que un tratamiento estético
Más de 3000 publicaciones avalan la eficacia y seguridad de botox (marca pionera)
Si quieres eliminar las arrugas y estás pensando en el tratamiento de botox, recuerda acudir siempre con un profesional de la salud, un médico especialista.
Evita riesgos innecesarios y cuida tu salud.