HIPERHIDROSIS: soluciones (II)
Hace muy poquito que os invitaba a leer el artículo sobre el exceso de sudoración (hiperhidrosis), donde hablábamos de los tipos y grados de sudoración y algunos de sus más severos inconvenientes. AQUÍ puedes leer este artículo.
Hoy os voy a contar las soluciones que existen, con sus ventajas e inconvenientes, ¿quieres conocerlas?
Hay soluciones pero, ¿Cuál es para mí?
Evitar o reducir la cantidad de alcohol, cafeína o picantes te puede ayudar a controlar este exceso de sudoración.
Los desodorantes con una alta concentración de cloruro de aluminio se utilizan para taponar los conductos sudoríparos. Del 10% al 20% de concentración es lo recomendable, aunque según el grado, tu médico te puede indicar productos con dosis más altas.
Es efectivo en la zona axilar. Y hay que tener cuidado con las dosis para evitar irritaciones en la piel; el exceso de cloruro de aluminio también puede dañar tu ropa.
Para la zona plantar, te recomiendo que utilices calcetines que absorban la humedad de la piel (el algodón no lo hace), que utilices los zapatos que permitan la circulación del aire y que los tengas puestos el menor tiempo que sea posible.
Existen algunos desodorantes para los pies que también te pueden ayudar.
En las manos, hay unas toallitas desechables que puedes utilizar un par de veces al día, que te pueden salvar de algunos momentos incómodos.
Si estos trucos no son suficientes, debes recurrir a tratamientos médicos, con medicamentos (tienen efectos secundarios y son apropiados para todas las personas).
O al tratamiento con IONTOFORESIS, que utiliza agua y corriente eléctrica de bajo voltaje para bloquear parcialmente los conductos sudoríparos.
Las sesiones de este tratamiento duran de 10 a 20 minutos, y la experiencia demuestra que es a partir de la sesión 15 donde aparecen tímidamente los primeros resultados. Las ampollas y grietas en la piel son efectos secundarios.
La verdad, no te recomiendo que gastes ni tu tiempo ni tu dinero con este tratamiento. Si ya has llegado hasta aquí, es porque realmente estás preocupad@ y quieres mejorar tu calidad de vida.
Las dos siguientes opciones te interesarán.
El tratamiento con Botox es muy demandado por la rapidez de la aplicación (apenas 40 minutos) y por la incorporación inmediata a la vida cotidiana.
La aplicación se realiza con pequeños piquetes en la zona axilar, plantar o palmar (axilas, pies o manos) logrando que la toxina bloquee la transmisión de los estímulos nerviosos que provocan el sudor.
El resultado se observa en el día 5 después de la aplicación (normalmente) y más del 90% de los pacientes sienten la mejora en su calidad de vida y autoestima aún en la semana 16. La duración de este tratamiento oscila entre 4 y 6 meses, según cada paciente.
Como ves, el Botox no se utiliza únicamente con fines estéticos. En este artículo te contaba algunas curiosidades: AQUÍ
Y en este otro artículo, ¡algunas de las más de 90 aplicaciones médicas! :AQUÍ
El último tratamiento, este invasivo, es la cirugía de simpatectomía. Es efectiva en la zona axilar y palmar y los resultados son definitivos; aunque el principal inconveniente es la llamada hiperhidrosis compensatoria (aumento del sudor en zonas del cuerpo que no han sido intervenidas).
Esta operación elimina las glándulas sudoríparas de la zona intervenida, y requiere de anestesia general. Se considera la última opción debido a sus potenciales complicaciones: mala cicatrización, sudoración compensatoria o la dificultad para revertir la operación en caso de no quedar satisfecho con el resultado.
De menos a más
Te recomiendo empezar por las soluciones caseras y menos invasivas (reducir el alcohol y los picantes, probar desodorantes, etc …) Si no estás conforme con los resultados, yo te recomiendo el tratamiento con Botox. Rápido, seguro y eficaz, aunque temporal; y no tiene los riesgos que una cirugía de este tipo implica.
Decidas lo que decidas, recuerda ir con tu médico de confianza. Un profesional de la salud, correctamente acreditado y con experiencia en este tipo de tratamientos.
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